9 de febrero de 2016

De hombres y dioses





Título original: Des hommes et des dieux (Of Gods and Men) 2010
País: Francia
Director: Xavier Beauvois 
Reparto: Lambert Wilson,  Michael Lonsdale,  Olivier Rabourdin,  Philippe Laudenbach,  Jacques Herlin,  Loïc Pichon,  Xavier Maly,  Jean-Marie Frin,  Abdelhafid Metalsi,  Sabrina Ouazani,  Goran Kostic



El sábado estuvimos viendo los Goya. Parece mentira que ese mundo de actores sea tan soso, ningún discurso destacó por nada, todos se limitaron a recitar una lista de agradecimientos con voz insegura o manos temblorosas o todo, pero qué pocas tablas para ser actores. El presentador salvó bastante bien la situación, por lo menos tuvo el detalle de currárselo un poco y poco más que decir. Patxi Uriz, estuvo más suelto, veremos su corto que parece que promete: "Hijos de la tierra". Y Resines, tiene tablas sí, sabe hablar ante ese público que parece dar tanto miedo a todos, pero un discurso sin sorpresas. Y Darín también bien pero en general ni fú ni fa.


Y el domingo vimos de dioses y hombres, me gustó su ritmo lento, su paz a pesar de la tensión de la guerra, era como meterse en un monasterio de verdad, con su frío y austeridad. Siete monjes trapenses viven en un monasterio integrados con los musulmanes de un pueblo de Argelia, tienen que decidir si quedarse o marchar ante el peligro que corren por los asesinatos que se están produciendo. Y nos dan una lección, deciden entre todos, exponen, se escuchan, se entienden, se consuelan, se dan tiempo y deciden.


Es una historia real y bien contada, uno de los monjes todavía vive y ha visto la película, le gusta y la volvería a ver.


Una lección de vida, de respeto y de coherencia.


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Aunque sé que las películas no tienen porqué tener un ritmo vertiginoso, tampoco entiendo uno excesivamente pausado, aunque quiera estar justificado por una trama intimista.
Por otra parte, el intento de manipulación se hace evidente al hacer hincapié en las bondades de la comunidad cristiana, con un servicio para la comunidad musulmana, sobre todo médico, mientras la imagen de los  radicales musulmanes es atroz y atacante, todo ello sin hacer ninguna referencia a la reciente revolución e independencia argelinas (unos 30 años) y a las coetáneas estafas a la democracia con la anulación de las victorias del FIS en elecciones democráticas.
No cabe duda de que habrá habido comunidades religiosas de gran calado entre las gentes de alrededor, pero creo que si no se hace referencia al contexto completo, es un poco engañoso. Por otra parte, no me gusta la influencia final de ninguna religión en las vidas de las gentes que engatusan, siempre tratando de influir mucho más en lo material que en lo espiritual.
Ya lo mencionan en un diálogo que viene a decir que la peor manifestación del mal por los hombres es cuando se hace bajo convicciones religiosas.
No le quito mérito, no obstante, a todo un ejercicio de pausa y tranquilidad espiritual, roto por la violencia con manifestaciones no necesariamente violentas, como la irrupción del helicóptero mientras los cánticos religiosos.
En cualquier caso, quizá proponga a mi socia la visión de otra gran película sobre ese país, La batalla de Argel.

3 comentarios:

  1. Es que esta película no intenta contar la historia de Argelia, solo lo que pasó con estos monjes en un momento, creo que no va más allá

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  2. Si, quizás me deje llevar por un ateísmo militante que me corre por dentro, a ver si me calmo

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