25 de mayo de 2016

mientras seamos jóvenes












Título original: While We're Young - 2014
Estados Unidos
Director: Noah Baumbach
Reparto: Ben Stiller, Naomi Watts, Amanda Seyfried, Adam Driver, Charles Grodin, Brady Corbet, Maria Dizzia, Dree Hemingway, Adam Horovitz, Adam Senn, James Saito, Ryan Serhant, Greta Lee, Ashley James, Matthew Maher








Peliculero:


Curiosa película que te deja un regusto ambivalente, de no saber si estás ante una comedia amarga o un drama light, que te hace valorar a los hipsters por su atrevida vuelta atrás con los vinilos y las actitudes retro para después despreciarlos por su manipulación constante.

Una pareja de cuarentones están en una crisis de identidad ante la perspectiva de que no tienen/quieren hijos lo que les va separando irremisiblemente de sus amigos para los que parecen ser (los hijos) el centro de sus vidas. A la vez, Ben Stiller (curioso verlo fuera de sus papeles pseudocómicos de juventud) autor de documentales, está en otra crisis paralela creativa,  cuando conoce a un autor veinteañero, y con él y su pareja entablan una extraña relación que parece que les rejuvenece.

La peli transcurre entre buenos golpes humorísticos por la curiosa afición retro de los mas jóvenes y la buena disposición de los maduros a cualquier avance tecnológico. Pero en su relación, se va viendo que por mucho hip-hop o fiesta con chamanes a las que acudan, no por eso van a volver a saborear las mieles de la juventud, aun con todos los sombreros que quieran ponerse.

Adorna el director la historia con la idea de la grabación del documental, que parece que el joven arrebata la idea de Stiller, en lo que al final se concluye que tampoco los ideales de la juventud eran tan puros. Creo que esta trama, sin embargo, es un poco liosa.

Y lo peor, para una peli que parecía que podía dejar un buen sabor de boca, es un final como de vuelta al redil de los maduros con la adopción de un crío, como si eso fuera el culmen de la madurez, creo que desvirtúa lo poco de rompedora que pudiera tener la historia.


Peliculera:

Ahora, después de varios días de haber visto la película, me gusta menos.
Me entretuvo, pero ahora la recuerdo como una superficial forma de tratar el planteamiento de tener hijos. Es cierto que la mayoría de la gente no nos podemos resistir a tener descendencia, nos llama la maternidad y no hay demasiado planteamiento vital en lo que es la decisión más importante de nuestras vidas, pero con la oportunidad de contarlo en una película, podían haberle sacado mucho más jugo y trascendencia, incluso con el mismo tono divertido.

Para mi gusto falta autenticidad, en el amor de pareja, en sus crisis vitales..., eso sí todo los ambientes eran estéticamente envidiables, yo también quería ese loft, esa ropa vintage, esos trabajos tan creativos y esas tardes descuidadas con amigos.

Agradable, pero creo que poco profunda, con ese barniz de convencionalismo que tan bien saben dar los americanos a la vida.

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