27 de enero de 2016

la jauría humana



Título original: The Chase - 1966
País: Estados Unidos
Director: Arthur Penn
Reparto: Marlon Brando, Robert Redford, Angie Dickinson, Jane Fonda, Miriam Hopkins, E.G. Marshall, Robert Duvall, James Fox, Martha Hyer, Janice Rule, Richard Bradford, Jocelyn Brando, Katherine Walsh, Diana Hyland, Henry Hull, Clifton James,
Franklin D. Roosevelt








Cuando vi esta película hace mucho tiempo me impactó, tenía ganas de volverla a ver y la propuse para algún domingo que nos quedáramos sin ideas, lástima que la estuve viendo con ojos de análisis y no como mera espectadora relajada, así que todavía quiero verla al menos una vez más y disfrutarla.


Es realmente impactante.
Cada personaje lleva dentro un miserable excepcionalmente ideado e interpretado y cuando se juntan ya no hay quien les pare. A todos les mueve el miedo en sus distintas formas (racismo, prejuicios, culpa) y encuentran la catarsis de sus despreciables vidas en el linchamiento.

Alcohol, armas y aburrimiento en una mezcla violenta.

Solo Brando se mantiene incorruptible, defendiendo la justicia casi con su vida, su mujer sin embargo sí tiene un pequeño desliz, aceptando un regalo envenado que acaba devolviendo por sugerencia de Brando.

No hace falta adentrarse en la América profunda de los años 50? 60? para que  ese tipo de linchamientos nos recuerden a acontecimientos actuales.

Una película magnífica, actual, altamente recomendable aunque pesimista, parece que ningún esfuerzo puede frenar a esa jauría que se desata.


F. ha escupido esto antes de que se lo tuviera que pedir:

La otra fiebre del sábado noche, la que refleja de forma inmejorable el grado de estulticia y salvajismo al que puede llegar la raza "humana", que con sus arrastradas vidas, unos por su degradación moral y otros por su servilismo pertinaz, se juntan como una masa de borregos en post de salvaguardar al capitalismo salvaje, que representa aquí un banquero y empresario del petróleo tejano, en un pueblo que tiene a su merced.
Todos reunidos en torno al alcohol del sábado noche, en una persecución de preso fugado con posibles ganas de vendetta por su condena injusta, aunque también se puede perseguir al negro que sin mas deambula por las calles, y con mas razón si se le encuentra en situación de supuesto delito.
La cacería, adornada con risas y petardos, da cuenta de la verdadera naturaleza humana,  la que se vuelve jauría, buena traducción esta vez de un título. Más todavía en una tierra en la que las armas campan a sus anchas, donde el único que debiera tener derecho a llevarla, el sheriff (magnífico Brando), es de los pocos islotes de criterio moral en la corrompida sociedad americana.
En definitiva, peliculón de la época dorada del cine yanqui,  bien acompañado por magistrales actuaciones y ritmo adecuado. De las que ya se hacen pocas.

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